Titulo original: The Midwich Cukoos
Género: Ciencia ficción
Páginas: 303p
Autor: John Wyndham
Fecha publicación: 1987 (1957)
Editorial: Editorial Gaviota; Infinitum
Precio: Descatalogado

Sinopsis:
«¿Cuántos siglos, decenios, lustros quizá, le quedan al hombre para seguir siendo el rey de la Tierra?»
Durante veinticuatro horas, el apacible pueblecito de Midwich, perdido en la campiña inglesa, se ve inmerso en un hecho insólito: una invisible cúpula de fuerza lo aísla del resto del mundo, y todos sus habitantes pierden la noción de lo ocurrido en aquel lapso de tiempo. Pero esto será sólo el principio. Pasado el fenómeno, otro hecho no menos insólito viene a turbar de nuevo la paz: todas las mujeres del pueblo descubren repentinamente que están.

✮ Opinión

La historia, narrada en primera persona por uno de los protagonistas, Richard Gayford, nos relata un inquietante suceso que se prolonga durante algo menos de diez años.
En Midwich, un pueblecito pequeño y con poco peso histórico, los habitantes caen dormidos durante unas horas. Tanto humanos como animales, son sometidos a un extraño letargo y todo aquel que cruce el invisible umbral que circunvala el pueblo de Midwich, sufre el mismo destino.
Por suerte, veinticuatro horas después, el pueblo despierta como si nada hubiese sucedido aunque, desgraciadamente, algunos de sus habitantes más mayores mueren a causa del frío invernal.

Tras una inspección llevada a cabo por el ejercito, sin encontrar ninguna cosa extraña ni en los habitantes ni en los alrededores, la milicia se retira y comienza la rutina. Aún así, Richard recibe la orden de investigar e informar de cualquier anomalía, y no tarda mucho en hacerlo: pocas semanas después todas las mujeres fértiles, incluso aquellas que no mantuvieron relaciones sexuales, quedan embarazadas.
Este embarazo simultaneo causa gran estupor en el pueblo, que poco a poco y gracias a Anthea, mujer de Zellaby (uno de los personajes con más peso en la trama), también embarazada, logra calmar y unir al pueblo... pero unos pocos años después los cuclillos salen del huevo.

Durante la gestación de estos extraños niños nos encontramos con la incertidumbre y el horror de mujeres y jóvenes que no saben qué es lo que llevan en su interior, que no se atreven a pensar en ello más de unos minutos y, quienes lo hacen, caen en una profunda desesperación. Y no es para menos, esas mujeres se han convertido en una incubadora humana de una especie que viene a conquistarlos.

La historia se centra en los años posteriores a la gestación, en el crecimiento de esas criaturas que parecen carecer de sentimientos hacia sus progenitores y los que les rodea pero, por el contrario, tienen una fuerte unión entre ellos. Tan fuerte como para vengar el daño de uno de sus hermanos.
Y es aquí cuando comienza el terror real. Ellos han venido con un objetivo y están dispuestos a cumplirlo pacíficamente pero el pueblo los teme, porque son apenas criaturas de 8 años con una gran inteligencia, que se desarrollan a una velocidad vertiginosa y tienen control sobre todo aquello que desean controlar.

Como mencioné anteriormente, uno de los personajes con más peso en la trama es Zellaby, ya que el autor le otorga la parte filosófica de la trama, lanzando opiniones, a simple lectura desordenadas, pero que al avanzar en la trama nos brinda un pensamiento único sobre el desarrollo de los hechos.

En general Wyndham trata de introducirnos un miedo aparentemente irracional sobre la evolución humana, dejándonos con un mensaje muy interesante: si matamos (intelectualmente) a nuestros hijos por el miedo a nuestra propia extinción, evitamos la evolución.



Como punto negativo a la obra, debo destacar ese deje machista que hay durante la diatriba del amor y devoción hacia los hijos (cuclillos), mostrando siempre una mujer débil y demasiado pasional, en ocasiones incluso irracional por ese fervor a su creación. Algo que, a finales de los 50 estaría muy bien, pero que en esta época me ha parecido un tanto frívola la manera de enfocar algunos aspectos de los personajes femeninos y me ha chirriado bastante, la verdad.
Aún así, dejando de lado esos fragmentos, el mensaje está claro y es una lectura amena y trepidante.

Gracias por leerme~