Sep. Como veis en el banner, he aumentado la lista de libros para leer éste año.

Echando la vista atrás, así a lo flashback, con melodía a piano y ondeando la imagen del presente, recuerdo que comencé ésto de los desafíos hace un par de años (2011) con tan solo 20 libros como meta. Logré superarlo, algo que me sorprendió, porque nunca había calculado cuántos libros leía al año y, sinceramente, no pensé que fuera a llegar tan siquiera a los 15. Pero ahí estaba, un 19 de Noviembre del 2011, acabé de leer Cuernos de Joe Hill (un libro que me dejó algo fría y, a día de hoy sigo sintiendo el mismo fresquibiris hacia ese libro, a ver si la película le otorga puntos extra). En fin, que en Noviembre logré superar el objetivo marcado y para finales de Diciembre llevaba 24 libros leídos.

Así pues, en 2012, me armé de valor y me propuse una meta más potentorra, de esas que dices ni de coña lo supero, de las que piensas son 10 libros más y si me los leo me como un sugus: 30 libros.
Vale, de acuerdo, para muchos esa cantidad es la media de libros al mes (o a la semana, quién sabe; Superman existe, estoy convencida de ello), pero para mí suponía superar en 6 libros la cifra anterior.

¿Qué pasó en 2012? Pues que me regalaron un magnífico lector de libros electrónico. Así, sin más.
No, la verdad es que fue para mi cumpleaños y prácticamente fui yo a comprarlo (pero no a pagarlo~).

El flujo de lectura subió y mucho. Ya no tenía limitados los libros, tampoco me puse muy exigente con mis lecturas, me era más fácil conseguir libros que no tenía a mano en mi librería y... bueno. Digamos que me pasé todo 2012 con la nariz pegada a una pantalla de tinta electrónica.
Claro que también leí libros de papel, pero digamos que fueron minoría.

Conclusión: en 2012 logré superar la meta, sí. Superar se quedaría corto. La rebasé, la alcancé, miré atrás, le lancé una mirada de desdén y continué mi carrera hacia Diciembre, en cuyo mes ya llevaba acumulados la friolera (al menos para mí) de 47 títulos a mis espaldas (o peleándose para hacerse hueco en mi cerebro).
En esta ocasión llegué a la meta antes que el año anterior: en Agosto con La marcha Zombi de Max Brooks.

De nuevo una neblina ondulante pasa sobre la imagen del pasado y regresamos al presente con un leve jetlag y el estómago algo revuelto.

Así que si el año pasado logré leerme 47 libros, he dado por hecho que éste año no se me hará nada complicado llegar a los 50 si me pongo las pilas e intercalo los libros que tengo pendientes en mi estantería con los que tengo pendientes en mi Reader.

Y hablando de libros pendientes~


Aquí están los que tengo en mi estantería, mirándome con ojitos llorosos, desamparados, esperando que de mis manos se despegue ese aparato plano, ligero y frío, para notar el tacto de mis yemas sobre sus lomos, toqueteando sensualmente sus portadas, acariciando con lascivia sus páginas... Bueno, no. Lascivia no. Amor. Amor platónico, de ese que es de mucho querer pero poco chuscar, ya me entendéis.
Pues eso. Ahí están, reposando en el armario en el que les hice esta foto xD
Lo cierto es que tengo más libros pendientes de lectura, pero éstos son a los que quiero dar prioridad.

Tres de Stephen King: Cementerio de animales, El juego de Gerald y El retrato de Rose Madder. Por increíble que parezca, no he leído nada de King en lo que llevamos de año, así que ya puedo ir poniéndome las pilas o este señor volverá a sacar más libros nuevos y yo seguiré anclada en los 90s(?)
La segunda parte de El Nombre del Viento de Patrick Rothfuss. Hace un tiempito, cuando acabé el primero de la trilogía, tenía unas ganas locas de leerme éste pero... cosas del destino y de la pereza, resulta que ahora me da tremendísimo respeto meterme en sus páginas. Tochaco y de letra algo más pequeña de lo habitual, está esperando a que me entren ganas de saber más cosas sobre Kvothe.
La calavera bajo la piel de P.D. James, lo compré en un arrebato porque estaba baratico (creo que eran unos 6€ y algo o por ahí) y porque los libros tamaño pocket de tapa dura me chiflan xD Bueno, va y la sinopsis también me llamó la atención por su argumento (una casa aisalda, un asesinato: cualquiera puede ser el asesino; yo voto por la señorita Amapola en el salón con el candelabro).
El primer libro de la saga Canción de Hielo y Fuego: Juego de tronos de George R. R. Martin. Éste es de mi hermana y como a ella le encantó tanto la serie y los libros, quiere que me enganche (sospecho que para no ser la única que sufra cuando este simpático señor fallezca y tengamos una saga inacabada). Es otro de esos libros que me dan respeto, primero porque tengo tendencia a coger cariño a personajes secundarios y que el señor Martin ve potencial como próximas víctimas, así que sé que será una lectura frustrante; segundo, por lo que he dicho entre paréntesis: no me gusta nada empezar sagas que no estén acabadas o tengan intención de acabar.
Dos libros de Los vampiros sureños/True Blood (4 y 5) de Charlaine Harris. Éstos los pillé con mucha ansia y me leí los tres primeros del tirón, pero acabé cansada de la trama (no porque sea mala, sino porque me saturé xD) y ahora cada vez que los veo pienso:  sí, sí, ahora voy... después de leerme este vosotros seréis los siguientes... uy! ha empezado la temporada de True Blood, ya lo leeré cuando acabe y así no me lío con los argumentos. Vamos, excusas. A ver si para este año ya los tengo finiquitados, que además se leen muy rapidito y son la mar de entretenidos.
Con Rumores, cuarto libro de la saga Pequeñas Mentirosas, tengo un asco muy grande. Os explico: Trakatrá, no me parece muy puntual a la hora de sacar esta saga, siendo que ya está escrita y que tan solo deben traducirla, supuse que serían algo más puntuales y, bueno... rápidos; sin contar con las pocas copias que llegan a las librerías. Que vamos, me cuesta encontrarla, así que como el tercer libro acabó en plan mecagoenlaputaquécoñohapasado, estoy dejándolo para cuando se anuncie la salida del quinto, que, supongo, saldrá este año.
En llamas y Sinsajo los tengo que leer sí o sí, sobre todo En llamas que sacan la película en... ¿Noviembre? ahora no recuerdo. Supongo que algunos os habréis llevado las manos a la cabeza pensando y porqué narices no se los ha leído ya. Bueno, la respuesta es simple: demasiados libros pendientes, libros con preferencia. Me leí Los juegos del hambre porque iban a sacar la película a DVD y me apetecía verla (después de tanto Crepúsculo, necesitaba ver algo así de visual y sin tanta ñoñería), iba a leerme el resto también, pero habían otros libros gritándome desde las estanterías, amenazándome con lanzarse al vacío.
Y con Cazadores de sombras: ciudad de huesos, me pasó lo mismo.

También tengo pendiente igualar la cantidad de clásicos leídos el año pasado (4). Por ahora llevo La divina comedia, que no sé cómo mis neuronas sobrevivieron a ello, y Los cuclillos de Midwich de John Wyndham, que yo lo considero clásico y punto xD

Y nada. Esto es todo lo que tenía que decir, me he quedado agustico, ¿eh?

Gracias por leerme~