Titulo original: Across the universe #1
Trilogía: Across the universe
Género: Novela juvenil, distopía
Páginas: 525p
Autor: Beth Revis
Fecha publicación: 2011 (2012)
Editorial: SM
Precio: 16'95€

Sinopsis:
«Eres la pieza de un puzle. Pero puedes decidir no encajar en él»
Una nave espacial que es un mundo diminuto. Generaciones de tripulantes que viven y mueren en ella, con la esperanza de que sus hijos lleguen al planeta prometido. Una carga de personas crionizadas que solo despertarán al final del viaje. Todo está perfectamente ordenado; todo debe seguir un guión escrito de antemano. Y sin embargo...
Amy despierta en un momento que no debería formar parte de su vida. Elder debe asumir un papel que no quiere desempeñar. Ninguno de los dos encaja en el gran puzle de la nave.
Y hay otra pieza suelta: un asesino.

✮ Opinión

Una nave puede parecer un lugar demasiado pequeño. Pero os sorprendería lo mucho que puede dar de sí el Fortuna.

Estamos en 2046 o por esas fechas, Amy ve cómo su madre es sometida a la criopreservación, porque sus padres han sido elegidos para el viaje más importante de sus vidas. Un viaje que durará 300 años y les llevará a un planeta al que denominan Tierra Centauri.
Su padre será el siguiente en ser criopreservado y éste le otorga una oportunidad: puede regresar con sus tíos, no es necesario que les acompañe. Pero Amy no quiere dejar a sus padres y decide someterse a la agónica y horrible criopreservación.
Esta es una de las cosas que más me impactó de este libro.

Cuando se habla de crionización, yo suelo pensar en un proceso nada doloroso, es decir: me lo imagino como si te anestesiaran y luego te congelaran. Pero en esta historia, es muchísimo más duro y doloroso.
Sufrí como nunca con cada descripción.

La historia, narrada en primera persona por Amy y Elder, nuestros protagonistas, se centra en la convivencia y los misterios que se ocultan en la nave Fortuna; cada capítulo está narrado por uno u otro protagonista y es así como conoceremos los diferentes puntos de vista de lo que se vive en esa nave.
Desde la perspectiva de Amy, todo parece extra y horriblemente ordenado, desde el punto de vista de Elder es lo normal.
Pero en esa nave nada es lo que parece.

Generación tras generación, todas ellas nacidas y educadas para trabajar hasta la muerte en el mismo edificio de la misma ciudad de la misma nave.

El orden lógico de esta nave consiste en dividir a las personas en secciones. Están los alimentadores, que son digamos el pueblo, se encargan de cuidar y trabajar la tierra y proporcionar comestibles; luego tenemos a los científicos y médicos, los navegadores que se encargan de que la nave siga su ruta. También hay un grupo de personas que se encuentran en el psiquiátrico y son a los que se les consideran locos; no pueden salir ni acceder a muchos lugares ya que deben estar aislados por ser "anómalos". Y finalmente, en la cúspide de esta pirámide se encuentra Eldest, un anciano que gobierna la nave.
Éste último tiene que instruir a su sucesor: Elder.

Es así cómo nuestro protagonista masculino accede a información y, a su vez, a preguntas cuyas respuestas desconoce. A cada secreto que cree le oculta su mentor, Elder comienza a preguntarse si no es todo demasiado perfecto, demasiado ordenado. Comienza a dudar de su futuro como líder, ya que no se ve capacitado para gobernar de ese modo a los habitantes de Fortuna.

Nunca seré un Eldest tan bueno como él.
Porque me gusta que haya un poco de caos.

Durante su lectura no pude evitar encontrar una mezcla de varias distopías, como Un mundo feliz (que apenas recuerdo, pues lo leí para el instituto xD) y la esencia de Rapture (Bioshock), un mundo, en este caso una nave, perfectamente idílica, con personas que son capaces de perpetuar su especie en épocas de reproducción, que se sienten felices en su mundo utópico plantando hierbas y cuidando a los animales de granja. Gente tan conformista que les da igual que las cosas parezcan extrañas, se encogen de hombros y prosiguen con lo que conocen como su rutina.

La tercera causa de discordia es el pensamiento individual. Ninguna sociedad puede prosperar si un individuo es capaz de envenenar las ideas de sus compañeros.

Pero con la inesperada llegada de Amy, una joven completamente diferente, una joven de otro mundo, las cosas en la nave comienzan a tambalearse. Ahora tienen en sus filas a una persona que conoce el mundo del que proceden sus antepasados, que sabe demasiadas cosas. Y eso a Eldest no le gusta ni un pelo, algo que deja bien claro en varias ocasiones y que hace sentir a Elder un mayor rechazo ante la manera de actuar y la forma de llevar la nave.

Eldest dijo que mi trabajo consistía en proteger a la gente. No sabía que se refería exclusivamente a «nuestra» gente.

Es así como la trama comienza a centrarse en varias ramas de la historia: los asesinatos, lo que se oculta tras la docilidad de los habitantes, el despertar de Amy...

Lo cierto es que me ha gustado bastante, pero creo que tiene un par de fallos que hacen la trama un poco caótica  La historia decae hacia el final, cuando la autora trata de solventar y unir ambos misterios que, bajo mi punto de vista, arruina un poco esta novela.
Lo mismo sucede con los últimos capítulos en los que Elder desvela un secreto... sinceramente, me pareció todo muy forzado y muy fuera de lugar.

La verdad es que no sé cómo va a avanzar la historia a partir de aquí, ya que se supone es una trilogía. Espero que en la segunda parte mejore un poco ese aspecto de la novela, porque me pareció una trama y una historia muy interesante y, si no fuera por esa resolución al final, hubiese sido un libro redondo.

Pero, bah, no existe la perfección.


Ha sido una lectura ligera y con un buen mensaje, me ha gustado bastante, pero creo que el desenlace del primer libro dista mucho de ser el que merece.
En cuanto reduzca mis lecturas pendientes, trataré de hacerme con la segunda parte: Tan cerca, a ver cómo solucionan ese pequeño gran problema que se descubre en el primer libro, tengo ganas de ver en qué acaba todo esto.


Gracias por leerme~