Titulo original: Olor de Colònia
Género: Novela costumbrista
Páginas: 320p
Autor: Sílvia Alcàntara
Fecha publicación: 2011
Editorial: MARTINEZ ROCA
Precio: 19€/castellano | 9'90€/catalán

Sinopsis:
Un pavoroso incendio en plena noche, una muerte inesperada, deseos amorosos nunca resueltos que, sin embargo, siempre estuvieron latentes, el poder perverso de los ricos y señores, la dura vida de servidumbre y resignación de las mujeres en la España de los años cincuenta, hijos secretos, mentiras y prejuicios... Olor de Colonia, una excelente novela coral, evoca la dura vida de una colonia textil y las envenenadas relaciones sociales que allí se crean día a día. Asistiremos a los silencios cómplices que envuelven a los personajes, a las relaciones —como si de muñecas rusas se tratase— que se van tejiendo entre ellos, al poder asfixiante que ejerce la Iglesia o al misterio que subyace sobre tantas pasiones insatisfechas para retratar, de forma magistral, una época y un escenario únicos. Un debut extraordinario. Una novela descomunal.

✮ Opinión

Debo decir que este tipo de lectura no va mucho conmigo, ya que mis géneros literarios favoritos distan mucho de éste, pero en esta ocasión, a raíz de un curso de narrativa al que asisto desde hace un par de semanas, decidí adentrarme en sus páginas y la verdad es que no me arrepiento de ello.
Olor de Colonia habla de la vida en una colonia textil catalana de principios de los años 50; con su ambiente opresivo y unas reglas marcadas por la Iglesia y el amo, el dueño de la fábrica textil y, por tanto, de la colonia al completo.

Pues bien, la novela se inicia con la muerte de Isidre, el contable de la fábrica, en un terrible incendio que se originó en la fábrica. Dicho incendio causa estupor en la colonia, hombres corriendo arriba y abajo tratando de apagar el fuego, no son conscientes de que falta un compañero y no es hasta la mañana siguiente, día de misa, cuando Teresa, la mujer y pronto viuda de Isidre, pide ayuda al director: su marido no ha aparecido desde el incendio.
La muerte del contable trastoca la vida de la colonia, era la primera vez que moría alguien en estas horribles circunstancias, es tanto el dolor a la pérdida, que el señor Viladomat, amo de la colonia, se presenta junto a su enfermiza esposa al funeral.

Pero la vida en la colonia sigue adelante, la fábrica textil debe continuar y el contable debe ser reemplazado; y es aquí cuando entra Climent, el antiguo amor adolescente de Teresa, el nuevo contable. Éste cargo trae, junto al sustancioso sueldo, una nueva ubicación en la colonia, por lo que Teresa debe abandonar su antigua casa en la calle de los importantes para cedérsela a Climent y su familia.

Y aquí comienzan las habladurías. Como en cualquier pueblo cuya diversión se encuentra en el bar o en la plaza, es inevitable que los cotilleos vuelen y más cuando se enteran de que a Teresa, madre de dos hijos y cuya madre está catatónica desde la muerte de su hermano, le están reformando un piso tras haber pasado por el despacho del señor Boix, el director de la fábrica y el hombre cuyas manos siempre van al trasero de su secretaria.

Salpicada de muchos personajes, cada uno con su papel en la historia, vamos averiguando poco a poco lo que sucedió realmente el día del incendio y descubriremos que las apariencias engañan y mucho.
Es una obra perfectamente hilada en la que vivimos también el paso del tiempo dentro de la colonia, viendo evolucionar a los hijos de los protagonistas y a los propios protagonistas, sin dejar de lado en ningún momento el misterio que rodea el incendio.

Me gustaría destacar sobre todo el pasaje de la hija de Climent, Celia una niña que ya en la primera parte de la novela se perfila como detonante de una rebelión interna, pero que en la segunda consigue mostrar las injusticias de la mujer, condenada a trabajar en la fábrica de textiles cuando ella sólo quiere ampliar conocimientos. También quiero hacer especial alusión al pasaje en el que Celia consigue como confidente y amiga a la nueva allegada al convento, una monja joven y sin ataduras, llamada Àngels, que no tiene un final muy feliz por culpa de la mente enfermiza de la monja superiora.
La verdad es que me sorprendió que una monja viera la sana relación de Celia y Àngels como algo perverso e impuro.

Sin duda es una novela que recomiendo por su gran variedad de personajes, haciendo partícipes a cada uno de ellos de la resolución de la historia.

A veces las palabras necesitan palabras, a veces sólo necesitan silencio.

Gracias por leerme~